Moda ética: el futuro de nuestros armarios

En este Blog by Luxe Talent, entrevistamos a Alexandre Lizarbe, International Recruiter del team Francés de Luxe Talent, aprenderás de donde surge lo que conocemos hoy como Moda Ética y cómo diferenciar los distintos tipos. 

Cómo surge el concepto de Moda Ética

Desde hace unas décadas se habla mucho de moda sostenible también llamada moda ética, pero muchos de nosotros no sabemos a qué hace referencia o el alcance de su significado. Este concepto surge en contraposición al ya conocido fast fashion, intentando ser más respetuoso por parte del ser humano con el entorno de los procedimientos de producción.

Se inspira en el modelo del comercio equitativo y de sus principios de ética con dos variables: sociales y medioambientales, además de una nueva filosofía de durabilidad. La moda ética surgió a principios de los años 90 con marcas pioneras como Patagonia, quién introdujo la noción de durabilidad eligiendo materias primas que tenían en consideración sus nuevas preocupaciones.

Uno de los mayores detonantes de esta nueva filosofía llegó el 24 de abril de 2013 con el derrumbe del Rana Plaza, cuando de repente la gente tuvo consciencia de cómo se fabricaba su ropa. En ese momento, el gran público tuvo un cambio de ideas generalizado y concibió que su acto de compra tiene consecuencias en la otra punta del planeta en el más amplio de los sentidos.

Diferentes aspectos de la Moda Ética

La moda ética abarca muchas perspectivas y se podría dividir en 5 aspectos entorno a la concepción de una moda más comprometida con el presente y el planeta:

• La moda ética en su primer sentido, inspirada por el comercio equitativo. Muestra una conciencia social en la fabricación de la prenda y tiene como objetivo mejorar las condiciones de trabajo de sus empleados;
• La moda ecológica, que se preocupa por su impacto en el medio ambiente. Se trata de una cuestión clave, ya que la industria de la moda es la segunda más contaminante del mundo. La moda ecológica usa tejidos poco contaminantes y de bajo consumo de agua, y minimiza el transporte y el impacto de carbono en sus colecciones;
  
• La moda reciclada se fabrica con ropa y otros materiales que ya han tenido una, dos o incluso tres vidas;
• La moda sostenible, también llamada slow fashion, consiste en producir prendas duraderas y atemporales para sacarle la mayor vida posible en el tiempo;
• Y la moda local, la cual se basa en circuitos de producción muy cortos. Cuanto más cerca se realice la fabricación, mejor.

Materias primas consideradas como “ecológicas”

Otro hecho muy habitual es mezclar moda ecológica con material ecológico. Es verdad que va de la mano pero se tiene que leer entre líneas. Un material es considerado como ecológico en la medida que los cultivos – en el país de origen – no han contribuidos a deteriorar los suelos, destruir los bosques, drenar zonas húmedas…

Aquí encontraréis algunos ejemplos de tejidos ecológicos: la fibra de bambú, el cáñamo, el algodón procedente de la agricultura orgánica, cultivado sin fertilizantes químicos, el cuero de corcho, algunos materiales reciclados a partir de plásticos como el PVC o polietileno, fibras de origen vegetal, …

Retos y formas de contribuir al cambio en la industria de la moda

El mayor reto de estos próximos años es, por supuesto, sensibilizarnos a gran escala y conseguir ir modificando nuestras costumbres.

Cualquier persona puede empezar hoy mismo por comprar prendas de segunda mano que estén en buen estado de conservación o comenzar a revisar las etiquetas de las prendas para conocer dónde han sido fabricadas y si ello cumple con la ética de cada uno. 

Hoy en día se han disparado plataformas de compraventa de prendas y artículos de moda como Vinted, e incluso grandes nombres de la fast fashion están proponiendo un servicio de recogida de prendas viejas en sus puntos de venta.

También tiene un impacto el comprar productos fabricados y vendidos cerca de tu casa, o al menos en un país vecino, pues ello permite emitir menos CO2 y garantizar buenas condiciones de trabajo a las personas implicadas en las cadenas de producción.

Parece obvio, pero para los “fashionistas”, quienes siguen la moda muy a menudo y van adquiriendo y adaptando puntualmente cada tendencia, no deben tirar las prendas en cuanto se queden obsoletas. Se les puede dar otra vida y al final es una forma de contribuir a la sostenibilidad y al cambio en la industria textil.

¿Cómo vestirse con moda ética?

Educarse uno/a mismo/a es ya un primer paso, conociendo los orígenes de una materia prima, fijándose en las etiquetas, interesándose en los métodos de producción y fabricación, así como en todo aquello que pueda estar a nuestro alcance para mejorar entre todos.

Seguro que entre estas marcas, algunas os sonarán y otras menos, Knowledge Cotton Apparel, People Tree, Eco Alf, Colourful Standard, Nudie Jeans, Armedangels, Noyoco, Bask in the sun y Veja, entre otras, ha comenzado el cambio de rumbo dentro de la moda mundial, pues contribuyen a disminuir su huella ecológica, respetar los principios del comercio equitativo y proponer ciertamente una nueva forma de consumir.

Con marcas como las anteriores y la voluntad y cambio de mentalidad de los consumidores, podrá realizarse un cambio significativo que supondría claros beneficios tanto al nuestro planeta, y a las personas que habitamos en él.

Sabemos que, hoy en día, comprar una prenda con cero impacto es bastante difícil, pero como consumidores podemos poner nuestro granito de arena y pensar cómo y cuándo queremos consumir moda. Todos tenemos la capacidad de gestionar el uso que se haga de una prenda: desde su compra, durante su vida útil y cuando decidimos desprendernos de ella. 

Te aconsejamos que le eches un vistazo a Ethical Time una plataforma donde podrás encontrar marcas de moda sostenible en las que podrás aplicar los filtros de las cualidades más importantes para ti.

Ahora utiliza todos estos consejos y comienza el cambio hacia una moda más ética ♻️

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