Vamos a resumir los hábitos en 3 partes:
- Hábitos de alimentación
- Hábitos de movilidad
- Hábitos del día a día
Hábitos de alimentación
Siempre es importante alimentarse bien, sea dentro o fuera del trabajo. Pero especialmente cuando estamos en nuestra jornada laboral, tendemos a no alimentarnos tan bien como deberíamos. Sea por falta de tiempo, estrés, ansiedad, etc.
Te damos los siguientes consejos para que tomes nota y puedas aplicar estos sencillos pasos a tu rutina diaria:
- Toma, como mínimo, una pieza de fruta al desayunar.
- Bebe 1-2 litro de agua durante tu jornada laboral. Un consejo es ponerte el temporizador en el móvil. ¡Así no te olvidas de beber!
- Dedica 10 minutos de tu domingo a planificar el menú de la semana para el trabajo. Haz el famoso “bench cooking” (cocinar los platos de la semana para llevarlo a la oficina o si estás en casa, simplemente calentarlo).
- Come alimentos ricos en fibra (vegetales, fruta, frutos secos, avena…) Los snacks como frutos secos son un perfecto tentempié entre comidas.
- Evita los alimentos con mucha grasa o azúcares. ¡Sustitúyelo por tentempiés como los del punto de arriba!
- Reduce el consumo de sal.

Hábitos de movilidad
Existen dos tipos de movilidad que podemos hacer en nuestro trabajo:
- Los movimientos en pausa activa
- Los movimientos en pausa pasiva
Pausa activa
Son movimientos donde nos podemos activar, es decir, levantarnos a por un café o un snack. Un consejo para ello, es ponernos el temporizador de, por ejemplo, beber agua, y dejar el agua lejos de nuestro alcance para “obligarnos” a levantarnos e ir a beber.
Lo mismo con el móvil. Podríamos alejarlo, para cuando quieras utilizarlo, tener que levantarte y dar unos pasos.
Otros consejos para obtener hábitos de movilidad:
- Haz una serie de abdominales cuando te despiertes.
- Sube y baja las escaleras de tu casa y/o de la oficina.
- Camina hasta la oficina o baja una parada antes del metro o del bus.
- Coge la bici para ir y volver del trabajo.
Pausa pasiva:
Son movimientos donde no activamos el cuerpo activamente, pero si necesitamos “reposar” nuestro cuerpo. Por ejemplo, los estiramientos. Pasamos muchas horas sentados delante del ordenador con la misma postura y es importante darle al cuerpo momentos de relajación.
- Intentar no cruzar las piernas.
- No curvar la espalda. Una buena silla donde poder apoyar la espalda correctamente. Si teletrabajas, deberías hacerte con una.
- Mantener el ordenador a una cierta distancia, no muy cerca ni tampoco muy lejos.
Lo mismo pasa con la vista. Con 8 horas mirando una pantalla, es importante poder descansar. Por ejemplo:
- Mirar por la ventana cada 2 horas más o menos.
- Salir y tomar el aire y que te dé el sol en la cara por 5 minutos.

Hábitos del día a día
Otro punto muy importante para tener unos buenos hábitos en el trabajo es también tenerlos fuera de este, es decir, en tu día a día.
Hacer deporte al menos 30 minutos al día es importante para activar el cuerpo después de estar todo el día sentado/a.
Otros ejemplos serían:
- Dedica 20 minutos de tu tiempo a meditar.
- Desconecta antes de ir a dormir (ni móvil, ni ordenador, ni televisión).
- Disfruta de una conversación con la familia y/o amigos.
- Duerme, como mínimo, 7 horas diarias.
- Dúchate todos los días después de trabajar (relaja e higieniza).
- Disfruta del tiempo libre para hacer tus hobbys.
- Huye del estrés.

Y sobre todo no ignores tu salud mental
Todos los aspectos anteriores afectan a nuestra salud tanto física como mental. Existe una relación directa entre el estrés y la salud. El estrés puede provocar dolores de cabeza, tensión muscular y otros efectos negativos en el cuerpo y la vida cotidiana, por lo que es importante mantenernos mental y emocionalmente sanos durante la jornada laboral. Tómate un tiempo para hacer ejercicios de respiración o sal a tomar aire fresco, especialmente si te sientes estresado o abrumado en el trabajo.
¡Organízate bien! Con una buena organización, podrás planificar tus tareas para trabajar sin tanta presión y con tiempo para airear tu mente entre jornadas laborales.
Tu entorno de trabajo también puede tener un efecto dramático en tu salud mental y emocional. Intenta mantener tu puesto de trabajo limpio y organizado, y decora tu espacio con imágenes u objetos que te hagan feliz.
Después de poner por escrito todos estos puntos, verlos plasmados en papel y colgados en la pared, ya sea en la oficina o en tu casa, puede ser de gran ayuda para ponerlos en práctica. Si alguno de estos puntos te ha parecido, que todavía no los realizas, te aconsejo que así lo hagas y empieces a tomar riendas en el asunto y a centrarte en ti y en tu bienestar.
¡También es posible tener hábitos saludables mientras se trabaja!